miércoles, 2 de noviembre de 2011

JUGUETES QUE ESTIMULAN EL ANDAR


En las tiendas hay muchos juguetes para aprender a CAMINAR: correpasillos, andadores, vehículos para impulsarse con los pies...
Requisitos básicos de un juguete andarín
Si vas a elegir un juguete que estimule al niño a desplazarse y caminar, ten en cuenta que:
·         Tiene que adaptarse a la edad y tamaño del niño.
·         Debe ser estable, resistente a los impactos, y cumplir las normas de seguridad.
·         Conviene observar si se puede plegar o es desmontable.
·         Si es heredado, hay que asegurarse de que está en buen estado.
·         Por muy seguro que parezca el juguete, el niño debe usarlo siempre bajo la supervisión de un adulto.


Juguete con ruedas y una barandilla trasera para que el niño se agarre y camine apoyado en ella. Puede tener distintas formas e incorporar algún juego (como bloques de construcción). Los modelos que llevan asiento se pueden usar también como vehículos.
Edad: Desde que el pequeño da sus primeros pasos (entre los 10 y los 16 meses). Antes puede ser peligroso por el riesgo de caídas
Para qué sirve: No es para aprender a andar, sino para ensayar lo aprendido, es decir, para que el niño ejercite la marcha una vez haya dado sus primeros pasos. Antes debe saber guardar el equilibro y haber trabajado la marcha lateral, es decir, avanzar de lado agarrándose a un mueble
Beneficios: El niño apoya completamente la planta de los pies y aprende a distribuir el peso de su cuerpo de una pierna a otra mientras camina. Así afianza su sentido del equilibrio y fortalece los músculos de brazos y piernas.

Debe tener asas para agarrarse, una base de balanceo antivuelco y un apoyo para los pies. Algunos modelos llevan un arco de seguridad alrededor del asiento que impide que el pequeño pueda caerse.
Edad: Cuando el niño ya se mantiene sentado (a partir de los 8 ó 9 meses), si el modelo dispone de un asiento cerrado. Si el asiento no tiene protección, a partir de los 18 meses, y siempre con un adulto presente
Para qué sirve: Sobre todo, proporciona diversión: el balanceo entusiasma a los niños y les permite disfrutar del movimiento sin necesidad de desplazarse
Beneficios: Ejercita el sentido del equilibrio, ya que con el balanceo el niño va ajustando su cuerpo a los movimientos que hace. Ese aprendizaje le será de gran utilidad cuando comience a caminar.

Tienen ruedas y los hay de muchas formas. Unos llevan una cuerda en la parte frontal para tirar de ella; otros tienen un palo para empujar por detrás. En algunos, el muñeco se mueve, hace ruidos o emite luces mientras el niño lo arrastra.
Edad: A partir de los 18 meses, cuando el niño ya anda con soltura.
Para qué sirve: Estos artilugios invitan al niño a practicar la marcha. Los que tienen forma de animal, y más aún si son de tacto suave, pueden convertirse también en objetos de consuelo.
Beneficios: Estos juguetes estimulan la marcha y la orientación espacial. Los de empuje ayudan al desplazamiento y a practicar el equilibrio. Ambas modalidades, pero sobre todo los de cuerda, obligan al niño a coordinar varias acciones a la vez: caminar, tirar o empujar, y mirar al juguete. La ventaja es que el crío puede ir adaptándose a su propio ritmo: al principio, cuando tira del juguete, tiene que pararse y volver la cabeza para comprobar si este sigue allí. A medida que gana destreza, puede mirar hacia atrás sin necesidad de pararse.

Vehículo. La moto, el coche...
Diseñado para que el niño se monte encima y avance empujándose con los pies. Puede ser un coche o tener forma de tren, de animal... Algunos llevan un soporte trasero para que el niño camine empujándolo y lo use como un correpasillos.
Edad: A partir de los 12 meses.
Para qué sirve: Para disfrutar desplazándose por la casa o al aire libre. También para emular a los mayores conduciendo (los primeros juegos simbólicos aparecen al final de este año)
Beneficios: El niño descubre que, usando las piernas y los pies adecuadamente, puede mover el vehículo y adquirir velocidad, y gana autonomía y confianza en sí mismo. Además, el ejercicio fortalece sus músculos.

Triciclo con barra
Es una versión del triciclo de toda la vida diseñada especialmente para los más pequeños: incorpora una barra trasera con asa para poder ser conducido y empujado por un adulto. Debe llevar correas de sujeción (entre las piernas y por la cintura) y frenos.
Edad: Hay triciclos crecederos, válidos a partir de los 10 meses. Otros están aconsejados a partir de los 15 meses. Si se pretende que el niño pedalee, hay que esperar a los 24 meses.
Para qué sirve: Para desplazarse pedaleando, una vez el pequeño está capacitado, normalmente a partir de los dos años. Antes de esa edad, es más un vehículo de paseo: el niño se sienta, apoya los pies en los pedales y los padres lo empujan.
Beneficios: Manejar un triciclo requiere destreza, coordinación, fuerza y sentido de la orientación espacial. Esto se logra partir de los dos años. Antes de esa edad, los beneficios para el desarrollo psicomotor son casi nulos. Pese a ello, tiene ventajas: al niño le encanta usar un triciclo como el de los mayores y a los padres les puede resultar cómodo usarlo como alternativa a la silla de paseo.

Recuerda: el andador  está completamente desaconsejado (e incluso prohibido en algunos países). Dentro del andador, el niño adopta una postura forzada que puede perjudicar su desarrollo motor retrasando que aprend a caminar. Además, con el andador se desplaza velozmente casi sin esfuerzo, con el consiguiente riesgo de accidentes.

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